EL MOVIMIENTO INDIGENISTA EN EL ECUADOR
Una mirada histórica desde el Concilio Vaticano II, el Obispo Leonidas Proaño, hasta las elecciones presidenciales 2021.
Desde Freddy Ehlers a Yaku Pérez
Antecedentes históricos
Aunque es una obviedad decirlo, el Ecuador de la segunda década del siglo XXI, es el resultado de su historia en lo político, económico, social, cultural y jurídico y hay que hacerlo, porque o lo hemos olvidado, o porque no lo hemos aprendido o porque es incómodo y se lo ignora de forma voluntaria.
La sociedad ecuatoriana es parte de la influencia del proceso de globalización, acelerado por la explotación petrolera, que modificaron de forma radical su composición demográfica, la escala de valores, los hábitos de consumo; se generaron flujos migratorios de las personas del campo hacia las ciudades de Quito y Guayaquil.
En la primera década del siglo XXI, la composición demográfica del Ecuador tiene como mayoría a la población mestiza con alrededor del 70% y el resto con los grupos afro, indígenas, montubios y blancos.
El país con esta composición étnica no fue ajeno a las influencias del mundo como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) de 1948, el Concilio Vaticano II (1962–1965) y su impacto en Latinoamérica con la Teología de la Liberación (1968–1969) con su opción preferencial por los pobres, que plantea que debe realizarse y que no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del ser humano.