VANDALIZAR LAS ESTATUAS, ROMPERLAS, DERRIBARLAS, DESCABEZARLAS, DESTRUIRLAS.
Desde el año 1.992 con el arribo del quinto centenario de la llegada del mundo europeo al nuevo continente al que se lo llamó “América”, comenzaron a aparecer manifestaciones de rechazo al descubrimiento, conquista y colonización, que se manifestaron con la vandalización de monumentos a Cristóbal Colón y los conquistadores españoles.
En el marco de las protestas para combatir el racismo sistemático, tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd en mayo del 2020, el movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”), personas de los Estados Unidos están cuestionando los legados de los fundadores de su país.
Aunque parezca una contradicción, parecería que está de moda, y como moda con el peligro de extenderse a todo el mundo globalizado, en los Estados Unidos, como una forma de protesta, se vandalizan las estatuas.
Ir tras los monumentos de Cristóbal Colón o del fundador de las “Misiones católicas” el Franciscano Junípero Serra, o las de los próceres de la independencia de los estadounidenses como George Washington, o las del autor de la declaración de la independencia de los Estados Unidos Thomas Jefferson.





