Jorge Mora Varela presenta:
LOS PASEOS DE LA ESCUELA EN LA CIUDAD DE TULCÁN
La abuela tenía el poder para convocar a todos alrededor de la fanesca; como cada año la casa estaba llena para participar del ritual que este acontecimiento lo exigía. Al finalizar la comida, mientras un grupo se encargaba de volver a la normalidad la cocina que parecía una zona de desastre, otros hacíamos la sobremesa, al escuchar las historias entre los recuerdos, la nostalgia y la risa, mientras escuchábamos las historias del abuelo.
En esta ocasión, él, lamentaba la ausencia de su hermano Enrique quien no había podido asistir a la reunión familiar, porque tenía que realizar el paseo de la escuela.
De pronto y como era frecuente en él, le preguntó a la compañera de su vida: ¿Te acuerdas Laura de los paseos cuando éramos niños?, entonces como un acto de magia, todos volvimos al tiempo de nuestra infancia.
Mientras Nanuca y Beto, dos de los más pequeños de la familia escuchaban en silencio y con mucha atención, sin perder ni un solo detalle de aquella conversación.
La ciudad
La abuela dijo: lo primero que recuerdo son las clases de “Lugar Natal” y el recorrido por las calles que circundaban la escuela. La profesora nos llevaba por la acera, formadas y cogidas de la mano y leía los nombres de las vías; te acuerdas de: la “Olmedo”, la “Junín”, la “Pichincha”….. Sí dijimos al unísono: “La Bolívar” y la “Sucre” y la calle “Larga” dijo otro y la calle “Trece”, al tiempo que en nuestros rostros se dibujaban una sonrisa y un aire de nostalgia.