EL VOTO DURO Y EL ADOCTRINAMIENTO IDEOLÓGICO LLEVADO AL NIVEL DE RELIGIÓN, SON CLAVES PARA GANAR LAS ELECCIONES Y MANTENERSE EN EL PODER
Esta manera de llegar al poder y mantenerse en él, nace del modelo de gobierno marxista comunista al estilo norcoreano, de la mano de Kim Il-sung, en lo que se conoce como el “Juche”
En pocas palabras, la idea Juche propuesta en la Corea del Norte por Kim Il-sung, significa que son un pequeñísimo grupo de personas los propietarios únicos de la revolución y la idea es adoctrinar a las masas con un conjunto de ideas, con tal intensidad como si fuese un dogma de fe de una creencia religiosa.
Por esta razón son frecuentes grupos de líderes políticos sobre en Hispanoamérica, que llegan al poder ejecutivo y al poder legislativo con un sentido de una infranqueable unicidad ideológica y de obediencia absoluta a la dirección del líder.
Eso se explica la política de los larguísimos y frecuentes conversatorios de este tipo de gobernantes que de hecho pasan horas y horas, entre informes, doctrina y buen humor, que los primeros mandatarios tienen con sus fieles seguidores, véase los casos emblemáticos como de Fidel Castro en su momento en Cuba, el resultado es que el castrismo sigue fiel a las ideas de Fidel con Díaz Canel y en medio una feroz persecución a los disidentes; los de en Venezuela y la en apariencia infranqueable presencia de Nicolás Maduro en el poder y la vergonzante migración de sus jóvenes para ponerlos en manos de los otros, mientras ellos se solazan en la miseria, pero a su manera; los de Andrés Manuel López Obrador y sus mensajes entre cansinos y cantinflescos en México o el mismo Rafael Correa en Ecuador con sus infaltables sabatinas para lograr el voto duro, amalgamado con el adoctrinamiento ideológico llevado a nivel de religión, fueron y son claves para ganar las elecciones y mantenerse en el poder.