EL TORO DEL ROSAL
Por los años 1940, en la ciudad de Tulcán, invadía una temporada muy helada, especialmente en las noches "carcomía" los huesos del frío y en veces bajaba la temperatura bajo cero, la gente gozaba de cierta comodidad económica, el comercio era intenso con los hermanos colombianos, muchas familias se dedicaron a pasar mercadería desde la ciudad de Ipiales (Nariño) a la ciudad de Quito, obteniendo excelentes ganancias, ya que los productos colombianos son muy apreciados y bien pagados en la capital de los ecuatorianos. Esta bonanza hizo que algunos pongan centros de diversión, como cantinas con música mexicana, rocolera y billares donde no faltaba el licor.