De los relatos y leyendas carchenses
Jorge Mora Varela, presenta:
SIMÓN Y EL PERTURBADOR SECRETO DEL RÍO BOBO
“Cuando el hombre realizaba su trabajo, de pronto quedó estupefacto, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo…”
En el sector de la sierra del Ecuador, el período de vacaciones escolares había llegado y con ello el deseo de aventura se acentuaba en los jóvenes que buscaban los mejores lugares para vivir momentos inolvidables. Para hacerlo, había que madrugar en el frio de Tulcán y requería de determinación y algo de coraje para iniciar las correrías que los muchachos las habían soñado para realizarlas apenas se terminasen las clases y llegase el viento y el verano.
Los mocetones, desde los primeros días de la secundaria, habían escuchado a los que presumían ser los más valientes, alardear de haber nadado en la piscina del Puetate antes de las seis de la mañana…
Este era el momento de ellos, estaban dispuestos a saber si era tan difícil como lo sostenían los más grandes del colegio, por lo tanto los tres amigos se habían citado, prometiendo guardar las reservas del caso para guardar como un secreto a donde iban a ir aquel día a las cinco en punto de la mañana.
Para hacerlo habían acordado encontrarse en el parque principal, e ir a nadar en las aguas heladas de la vieja piscina que se encuentra en el lado occidental de la ciudad a las orillas del Río Bobo carchense.
El parque y las calles de la ciudad estaban vacías, salvo la presencia de un par de borrachitos de los que nunca faltaban en el pueblo. Los muchachos se enrumbaron al suroccidente de la ciudad, para hacerlo, caminaban de prisa y con determinación, cada uno sumido en sus pensamientos, trataban de no demostrar ni un ápice de cobardía ni de arrepentimiento, pues a esas horas hacía un frio penetrante y soplaba un viento gélido.