LAS VÍCTIMAS INOCENTES CUANDO AFGANISTÁN DEJÓ DE SER IMPORTANTE PARA LOS ESTADOS UNIDOS
En la guerra fría, Afganistán era fundamental en el juego geopolítico de los Estados Unidos, como un punto clave en la lucha contra la Unión Soviética, pero cuando esta desapareció, como un efecto bumerang, fueron víctimas de sus propias acciones con los atentados del 11 de septiembre del 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York.
Claro, desde el año 2001, de la mano de George Bush, invadieron Afganistán, cegados por la sed de venganza por los atentados terroristas en la ciudad más emblemática de los Estados Unidos, en su aventura democratizadora, habían gastado más de mil millones de dólares en gastos militares y en el juego de la política, como una manera suigéneris de llevar “la democracia” al país que habían invadido para “pacificarlo y civilizarlo”.
El efecto más evidente de tratar de imponer de esta manera “la democracia occidental” a un país del medio oriente es el aumento exponencial del fundamentalismo extremo. Entendido como la implementación de una corriente religiosa o ideológica que promueve la interpretación literal de sus textos sagrados o fundacionales y la aplicación intransigente y estricta de una doctrina o práctica establecida.