QUITO, DEBE REENCONTRAR EL RUMBO
Se nota que la capital de los ecuatorianos ha navegado sin sentido y sin rumbo durante el conflicto jurídico de sus principales autoridades municipales.
Los meses de confrontación en el laberinto jurídico para definir el destino de la alcaldía, mostró a la capital del Ecuador como un enorme pueblo caótico, sucio, descuidado y decadente y se nota la ausencia de la manija de la ciudad, agravada por la escasa presencia municipal en la ciudad por el confinamiento provocado por la pandemia.
No se trata de defender a un burgomaestre, se trata de tener un burgomaestre, claro, serio, confiable, con liderazgo, estable y trasparente, independiente de su nombre y apellido.
Porque vivir en una ciudad de tres millones de habitantes sin un piloto, se nota y se sufre. Deseo señalar este hecho porque tener un consejo municipal enfrascado en una ardiente lucha política, no significa que hayan estado trabajando por la ciudad, no fueron nombrados para ello.