Las otras

Las otras

Angélica da gracias al Cielo por haber nacido en este lado del mundo. La mujer de cuarenta y tres años, sube el volumen a la radio, para seguir escuchando la noticia de las jóvenes afganas, mientras continúa cocinando el almuerzo. Ni siquiera sabe dónde queda ese país, pero siente alivio de estar tan lejos.

¡Ingenua Angélica! que se cree tan afortunada por las migajas de libertad que aquí tiene, se le ha olvidado que un día tuvo sueños y que terminaron al casarse con el enamorado de la secundaria, un muchacho de esos que se creen dueños de la mujer solo por el hecho de haberse acostado con ella. Tuvo que unirse al “machito en construcción” bajo las amenazas del joven, de que si lo dejaba se tomaría veneno o les contaría a todos lo “mujer fácil” que es. Entonces para no cargar con la culpa ni la vergüenza, apenas cumplió los dieciocho dio el sí, bajo la única indicación y sentencia de que “la mujer hace el hogar”. Palabra dada por su madre, la típica señora que se acostumbró a cargar cuernos, desplantes y maltratos, en nombre de las apariencias. Para quien los hombres derechos debido a sus necesidades, pero a las mujeres ni un mal pensamiento se les debe permitir. Una persona llena de amargura y miedo.

JUANITO EN EL PÁRAMO

JUANITO EN EL PÁRAMO

Un día Juanito un niño de la ciudad, decidió visitar a su abuelita Matilde que vivía muy cerca del páramo de El Ángel.

Llego donde su abuelita quien le conto que el páramo; era un colchón de agua, y una reserva para la humanidad, entonces Juanito pensaba, y no entendía cómo puede haber un colchón lleno de agua allá tan arriba de la montaña, y dijo:

- Me fugare para conocer ese colchón

Ella baila sola

Ella baila sola

Matilde se despierta a las siete de la mañana, apenas abre los ojos y alcanza a prender la televisión, luego de dar las vueltas en la cama se levanta, abre la vieja puerta de madera que cruje un poco, el aire helado del patio entra a la habitación, camina lento apoyándose en las bancas del corredor hasta llegar al inodoro, luego sale a la lavandería para peinar sus largas trenzas, una a cada lado y después cruzarlas en algo parecido a un moño, que ,claro, no es perfecto porque la artritis de los dedos no le permite hacer los movimientos como antes. Reniega con la peinilla, con la jarra de agua y los pasadores y claro con José, que desde hace meses no esta ahí para ayudarla a sostener ese pelo gris y lograr que el peinado quede mejor.

Por ahí entre lamento y reclamo deja caer una lágrima, pero: ya ni llorar es bueno, dice y se encamina hacia la cocina, la puerta esta dura y tiene que empujar con toda la fuerza que sus ochenta años le permiten, pone una olla con agua en la estufa para hacer té de cedrón, busca los huevos y coloca dos para que se cocinen, como los últimos cuarenta años, aunque el José ya no está, ella sigue cocinando para dos. Ha intentado hacer menos comida, pero no puede, es que la costumbre es poderosa.

Manuelito cargador de cosas viejas.

Manuelito cargador de cosas viejas.

Manuelito: un pequeño hombre de algo más de metro cincuenta de estatura, contextura gruesa, pies anchos y manos grandes, es el personaje más querido de las señoras, que, por no querer deshacerse de sus cosas inservibles, las llevan de un lado al otro.

Desde que yo me acuerdo, Manuelito, tenía la misma edad: cincuenta y pico de años, su rostro quemado por el sol deja ver unas grandes patas de gallo alrededor de los ojos; pero cuando alguien le pregunta: ¿cuántos años va a cumplir Manuelito? Él se ríe y dejando ver los dientes que le faltan, responde: ya sabe patrona, cincuenta no más, todavía estoy joven ¿no le parece? Preste a ver que le doy llevando hoy.

SUPERSTICIONES

SUPERSTICIONES

Acuarela de Ítalo Rafael Manosalvas

 

  • Cuando una persona en la mañana se va de viaje y al salir de su casa encuentra una mujer, le va a ir mal en todo el día, pero si al salir encuentra a un hombre, le va a ir muy bien en todo lo que tenga que hacer ese día.

 

  • Si el gallo canta a las cinco de la tarde, es que va a ocurrir algo malo, y si canta a las once de la noche, al día siguiente habrá novedades.